1. CONCEPTOS BÁSICOS
La vida comienza con la concepción. Desde la concepción, el ser humano se encuentra en desarrollo y vive en un contexto, con el que intercambia estímulos.
Ya al llegar al mundo (esto es, en el momento de la concepción), el ser humano debe ser considerado de manera transdimensional: Se lo puede definir de modo simultáneo -según se lo observe- desde las dimensiones físico-molecular, biológica, emocional, cognitiva, espiritual; pero todas esas definiciones corresponden a las fragmentaciones que realiza el observador para poder captar y comprender, de acuerdo con la historia y el presente del observador, y no al sujeto observado: En verdad, el ser humano es único, simultáneamente todo eso.
Los abordajes pedagógicos y terapéuticos deben tener en cuenta todas las dimensiones en que para comodidad del observador se divide al ser humano. Por caso, es tan importante lo biológico como lo emocional como lo cognitivo.
2. POTENCIALIDADES, HABILIDADES, CAPACIDADES
Las potencialidades que el ser humano trae al mundo se encuentran en ese intercambio con los estímulos que el contexto tiene para ofrecer. Cuando un ser humano llega a la vida con menos o diferentes potencialidades a desarrollar, corresponde hablar de dispotencia.
El interjuego constante de potencialidades y estimulación contextual produce la configuración de sistemas funcionales. Se conforman así las habilidades, que surgen de la formación inicial de los sistemas funcionales. Cuando un ser humano desarrolla menos sistemas funcionales, corresponde hablar de dishabilidad.
Los sistemas funcionales formados siguen capacitándose de por vida con nuevos estímulos. Cuando un ser humano enriquece menos sus sistemas funcionales, corresponde hablar de discapacidad.
Sin embargo, en la jerga usual, dispotencias, dishabilidades y discapacidades en sentido estricto confluyen en el término general “discapacidad”.
Cada una de estas instancias requiere un abordaje pedagógico y terapéutico diferente.
3. DISCAPACIDAD MENTAL
Así por ejemplo, una “discapacidad mental” resulta de dos situaciones:
a) Existe un déficit cognitivo
b) El contexto categoriza estas cogniciones (y las actividades resultantes) como minusválidas.
Por lo que “discapacidad mental” puede definirse brevemente como un déficit cognitivo con desadaptación psicosocial.
Por convención, las discapacidades mentales sólo pueden instalarse durante la edad de máximo desarrollo, esto es, hasta fines de la adolescencia. Más tarde, los déficits cognitivos con desadaptación psicosocial reciben el nombre de demencias.
a) Las cogniciones se desarrollan (se construyen) lentamente en el curso temprano de la vida, como sistemas funcionales. Constituyen el aspecto “lógico” de los sistemas funcionales. Se construyen en base a las emociones interaccionales, primer cimiento de esas lógicas. Las emociones, a su vez, se instalan según cómo el ambiente estimule las necesidades primordiales del sujeto, produciendo satisfacciones o insatisfacciones. En el desarrollo de las cogniciones, en consecuencia, influyen no sólo las potencialidades biológicas sino asimismo las más tempranas interacciones con el contexto.
b) Por desadaptación psíquica debe entenderse la disarmonía interior del sujeto. Son sus propios sistemas funcionales los que presentan una desorganización intersistémica. Por desadaptación social debe entenderse la disarmonía entre el sujeto (en sí mismo todo él un sistema funcional) y el medio.
Esta manera de considerar la discapacidad mental, a la vez sistémica, dinámica y transdimensional, tiene poderosas consecuencias en pedagogía y terapia:
a) Para diagnosticar y tratar el déficit cognitivo deben tenerse en cuenta todas las dimensiones en que se estudia al ser humano, dada su constante interacción. Si la conformación y la utilización de las cogniciones (el pensamiento, las secuencias lógicas) están en constante interdependencia con las necesidades primordiales, la esfera emocional y la actividad del sujeto, es todo esto lo que debe atenderse en pedagogía y terapia, y no sólo lo cognitivo. La definición de inteligencia sobrepasa así a la de cognición.
b) Pedagogía y terapia de las discapacidades mentales deben ocuparse de la desadaptación social y de la desadaptación psíquica, como factores tan importantes como la dificultad cognitiva.
4. DESADAPTACIÓN Y DISCAPACIDAD
Esta manera de ver puede extenderse a las demás discapacidades. Lo serán en tanto haya una pérdida (un déficit) propia del sujeto, pero siempre requerirán la interacción con el medio. Es en esa interacción que se produce la otra característica esencial de la discapacidad: la desadaptación.
La pedagogía y la terapia basadas en las modalidades de interacción de individuo y contexto permiten grandes progresos. Cuando el déficit existe, reduciendo éste a su mínima expresión.
En muchas ocasiones el discapacitado no es tal. Sólo es un desadaptado, con interacciones dificultadas o patológicas con el medio, pero sin déficit alguno. Es el caso de la mayor parte de la población humana, y la pedagogía y la terapia de buena calidad pueden devolver al ser humano a la normalidad. En tal caso, el problema se transforma en político - económico.
5. INCLUSIÓN
A lo largo de la historia, aquellas personas diagnosticadas / sancionadas con el rótulo de “discapacitadas” pasaron por diferentes abordajes socioculturales: Segregación, beneficencia, justicia social. En las últimas décadas, en consonancia con el concepto de normalización (todos deben llevar a cabo una vida lo más normal posible) apareció el concepto de integración, esto es, permitir aún a los “discapacitados” participar de la vida social – cultural – familiar.
Así, para el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de las discapacidades se pasó de un modelo médico a otro, llamado pedagógico o social.
Sin embargo, prontamente se observó que la integración no era más que un buenismo, la aceptación de los “raros” por los “normales”. Surgió el concepto de diversidad y de aceptación de la diversidad y el término “inclusión” se diferenció del de “integración”.
La inclusión reclama la existencia simultánea de personas diversas, sin encasillamientos ni adjetivaciones más allá de su dignidad de tales. La inserción de todos nosotros debe ser total e incondicional, sin preparaciones previas, sin adaptaciones al ambiente. Es el contexto sociocultural el que debe ser modificado, adaptado, preparado para que todos lo gocemos con igualdad de derechos.
Se acepta hoy el concepto de Barrera: escollos que el contexto sociocultural produce muchas veces en forma no consciente e involuntaria, en lo normativo, lo ambiental, lo emocional, lo cognitivo. Se le contrapone el concepto de Apoyo: satisfacciones que el contexto sociocultural debe brindar para las necesidades primordiales y secundarias específicas de cada ser humano. Las “Necesidades Especiales” deben entenderse entonces como las de cada uno de nosotros, necesidades específicas individuales, que deben ser siempre atendidas.
El concepto de Inclusión queda completamente instalado desde la promulgación por la Organización de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en 2006. No obstante, supera ampliamente a la discapacidad. Somos todos los seres humanos los que debemos estar incluidos. La sociedad debe ser inclusiva, incluyente de todos. También debe incluir a las personas con discapacidad. Y también debe incluir a quienes presenten una desadaptación, esto es, quienes están sometidos a barreras sin presentar déficit.
La inclusión es un derecho. La sociedad es de todos. Principios subyacentes a toda inclusión son la democracia, la universalidad, la participación, la autonomía, la confianza.
Como se ve, un tema que compromete a trabajadores de la educación, la medicina, la psicología, la acción social, sociólogos, políticos, economistas, antropólogos, arquitectos, publicistas, juristas...
Escritos del Prof. Carlos G. Wernicke sobre el tema:
Sistemas funcionales y necesidades para el desarrollo de la personalidad.
En: Cultura, Sociedad y Medio Ambiente en el Proceso de Aprendizaje del Niño, de Ester Precht y col., Educares, Santiago, Chile, 1986
Frostig, M., y Müller, H.: Discapacidades “específicas” de aprendizaje en niños, 1986
El tiempo libre es necesario, educativo y terapéutico. Boletín de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina año I nº 3, Buenos Aires 1989
Esconderás tu sexo como yo a tí. Boletín de la Asociación Sindrome de Down de la República Argentina año II nº 4:4-8, Buenos Aires 1990
Lesión cerebral o disfunción encefálica: la importancia de un buen diagnóstico. Tiempo de integración año IV nº 17, Buenos Aires 1990
Las necesidades básicas. Tiempo de Integración año IV nº 18, Buenos Aires 1990
Síndrome de Rett. Tiempo de Integración año V nº 20, Buenos Aires 1990
Qué es holismo. Tiempo de Integración año V nº 22, Buenos Aires 1991
Educación, reeducación y necesidades básicas. Cuadernos de Psicomotricidad y Educación Especial año 2 nº 4:5-31, Buenos Aires 1991
No todo es "orgánico". Tiempo de Integración año V nº 25, Buenos Aires 1991
¿Cuál es el diagnóstico de mi hijo? Tiempo de Integración año VI nº 26, Buenos Aires 1991
La historia clínica en el paciente niño. Tiempo de Integración año 6 nº 30, Buenos Aires 1992
Pedagogía y necesidades básicas. Educación Hoy nº 0 año 1993, Montevideo, Uruguay
¿Es apto mi hijo para la escolaridad primaria? Tiempo de Integración año 7 nº 37, Buenos Aires 1993. Reproducido en Educación Hoy nº 11, Montevideo, Uruguay 1994
¿Es integrable mi hijo? Tiempo de Integración año VII nº 38, Buenos Aires 1993
La estimulación temprana en el niño con Síndrome de Down. Boletín de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina Año 5 nº 16, Buenos Aires 1993
Retardo mental y psicosis temprana en el ejemplo del síndrome de Rett. Cuadernos de Psicomotricidad y Educación Especial IV nº 13:5-21, Buenos Aires, 1994
Una concepción actual del retardo mental. Rev. Arg. de Psicopedagogía n° 40: 27-35, Buenos Aires 1996
La educación a finales de la postmodernidad.
En: La educación de la conciencia, de P. Gang y col. Errepar, Buenos Aires 1997
Lehrstuhl für geistige Behinderungen in Argentinien (Cátedra de Retardos Mentales en Argentina), Revista Behinderung und Dritte Welt, Año 11, n° 2/2000: 62-65, Alemania
Pedagogía y diversidad humana (Introducción a la edición en español)
En: Enseñando y aprendiendo con Hannah, de L. Wise y C. Glass, Ed. Méd. Panamericana, Buenos Aires 2001
Sistemas funcionales y discapacidades de aprendizaje. Suplemento de Eduterapia nº 6, Buenos Aires 2001
Retardo mental y psicosis temprana en el ejemplo del síndrome de Rett - Segunda Parte. Suplemento Eduterapia n° 7, Buenos Aires 2001
La historia de la vida en el trabajo diagnóstico. Suplemento Eduterapia n° 10, Buenos Aires 2003
Actividad y problemas de conducta. Suplemento Eduterapia n° 15, Buenos Aires 2004