El Enfoque SDT se fundamenta en el paradigma holístico. El holismo es una visión global (en este caso, del ser humano) que parte del todo para captar sus componentes en contexto y las interacciones de dichos componentes con el todo. El análisis es siempre consecutivo a la comprensión de la síntesis.

• La materia es una condensación de energía, así también el ser humano es una condensación de energía.

• La energía (tanto universal como en cada humano) es vibracional. Se materializa en parte en el proceso de la concepción.

• El ser humano es un sistema conformado por subsistemas incluido dentro de suprasistemas, desde sus interacciones más cercanas hasta el universo y el vacío. Los sistemas se influyen mutuamente, cambian, son dinámicos.

• Todo sistema, tanto en el individuo como en su entorno, posee una estructura definida por las relaciones entre sus elementos, hilos relacionales. La estructura cambia si se modifican los hilos relacionales, pero no si cambian los elementos.

• El ser humano es simultáneamente definible según diferentes dimensiones: físico-molecular, biológica, emocional, cognitiva, espiritual. Por lo general el observador adopta un punto de mira limitado, desde alguna dimensión. Para el observador, el ser humano es en el mejor de los casos transdimensional. Sin embargo, en su realidad íntima cada ser humano es unidimensional: se siente único. Cada uno de los fenómenos que le toca vivir, incluyendo su propia concepción, podrá ser definido y tratado a su vez desde cada dimensión.

• El ser humano vive simultáneamente en 4 realidades: la objetiva, la subjetiva, la sociedad (interobjetiva) y la cultura (intersubjetiva). Pueden ser individualmente significativas o conjuntas, principales o colaterales.

• Las dinámicas lo son simultáneamente de cada dimensión. Es el observador quien elige desde qué dimensión definir, diagnosticar, actuar en educación, (psico)terapia o acción social.

• El ser humano presenta necesidades primordiales a satisfacer por el medio. Su satisfacción o insatisfacción determinan emociones primordiales, modalidades de interacción con el exterior. Son carencias y a la vez potencialidades a desarrollar.

• Las modalidades de interacción son interacciones propuestas por el contexto que el individuo aprende a preferir como satisfactoras de sus necesidades primordiales, convirtiéndolas en deseo. Son modos aprendidos de gestionar los datos, acciones que se van convirtiendo en actitudes y hábitos. Imponen valores y generan lealtades. Son los hilos relacionales de la estructura sistémica.

• Las modalidades de interacción con el contexto quedan determinadas sobre todo en los primeros años de la vida, antes de la integración de la personalidad (a mediados del período preoperatorio, algo antes o después de los dos años y medio de la vida extrauterina), y rigen las modalidades posteriores.

• Todo pensamiento es resultado de la repetición de vivencias (el aspecto emocional de las experiencias), que por similitud forman cadenas cognitivas. En todo pensamiento, por tanto, existe en la base una emoción.

• Las vivencias existen desde el inicio de la vida. La concepción misma es una vivencia.

• Las cogniciones van acrecentándose, y progresivamente logran hacerse cargo de las conductas. Al final de la preoperatoriedad se hacen cargo total de la conducta, actuando como filtro entre emociones y conductas. A partir de entonces toda actividad es simbólica. Emociones, pensamientos y conductas actuales, tanto conscientes como no, pueden entenderse como simbólicos del pasado del individuo.

• En los primeros años de la vida la cognición no tiene aún el poder suficiente, por lo que las conductas dependen de modo directo (aunque cada vez menos) de las emociones

• Las conductas se basan en cogniciones, que se basan en emociones, que se basan en la satisfacción o insatisfacción de las necesidades primordiales. Las conductas tiene por finalidad última la autosatisfacción de las necesidades primordiales.

• La genética de cada individuo es una propuesta que delimita las posibilidades de desarrollo.

• El desarrollo depende esencialmente de los estímulos que ingresan al individuo (su momento, su intensidad). El contexto, sólo a veces de manera consciente, es la principal influencia en la conformación de la personalidad, desde la concepción hasta el presente.

• El desarrollo tiene lugar mediante la construcción de sistemas funcionales, sistemas de funcionamiento que al madurar y acrecentarse se imbrican para formar un sistema funcional único, la personalidad.

• La personalidad o la prepersonalidad actuales son resultado de la historia ancestral, la historia personal desde la concepción hasta el presente y las circunstancias actuales.

• El Yo es el programa central para la conformación del individuo en todas sus dimensiones, responsable de que este individuo adquiera estas características y no otras (por ejemplo, construirse como humano, tanto en lo biológico como en lo emocional, lo cognitivo y lo espiritual). Existe en consecuencia desde la concepción. Consiste en disposiciones propias de lo humano. Sólo progresivamente el individuo se hará consciente de partes del Yo.

• El Yo se instala en el eje de estabilidad del individuo. El eje de estabilidad consiste en los rasgos de máxima coherencia y máxima permanencia en el tiempo que el sujeto presenta, en todas sus dimensiones, el resumen de sí mismo, lo más característico y constante. El Yo y el eje se nutren del intercambio constante con el medio y se hallan en constante modificación. Su coherencia interna sólo es posible por un proceso de máxima decantación de aquellas características más típicas de cada individuo.

• La salud consiste en la fluctuación cercana al eje de estabilidad. Una fluctuación más alejada es signo de infirmeza o enfermedad.

• En base a la confianza primordial con que el individuo viene al mundo y según ésta sea corroborada o no por el medio, el individuo construye bien, poco o mal su dignidad, definida como merecimiento de respeto. La dignidad se aloja en el eje de estabilidad y es parte imprescindible de un Yo sano.

• Un sistema funcional de enorme importancia, por lo antiguo de su conformación en la vida del individuo, es la percepción -del entorno y de sí mismo-, a la que el consultante adjudica cada vez una determinada definición dimensional.

• Los individuos se comunican entre sí en todos sus niveles de interacción: necesidades primordiales, emociones, cogniciones, alma. Adjudican cada vez a esa interacción una determinada definición dimensional. Las interacciones son deseantes y buscan la autosatisfacción. Las interacciones permiten los lenguajes y la socialización.

• Cada individuo interactúa con desconocidos, conocidos, amigos e íntimos, en círculos concéntricos.

• En muy raras ocasiones se produce una resonancia (empatía) entre individuos, que entran en relación, un caso particular de la interacción. La relación es amante, busca la satisfacción del otro, crea un Nosotros. La relación comienza como vibración espiritual, que luego puede desarrollarse hacia la fusión emocional y finalmente la fusión biológica.

• La inicial fusión permanente de madre e hijo se desarrolla hacia la independencia y luego hacia la interdependencia. Sólo en la interdependencia vuelve a aparecer la fusión de individuos separados.

• La relación psicoterapéutica ofrecida será simultáneamente sistémica, dinámica y transdimensional, basada siempre y constantemente en la dignidad del consultante cualquiera sea su condición. En otras palabras, se prestará atención a los contextos, la historia ancestral y personal, las circunstancias actuales, las diferentes dimensiones y sus interacciones; las necesidades primordiales insatisfechas, las emociones primordiales, las modalidades de interacción, los pensamientos resultantes, el origen y la función de las conductas, los talentos y las dificultades...

• En algunos casos, sobre todo cuando los consultantes son padres que traen a un hijo que les preocupa, se efectuará un trabajo diagnóstico extenso, un estudio biográfico, que conduzca a mayor claridad inicial del cuadro. En todos los casos, el psicoterapeuta deberá conocer de psicopatología lo suficiente como para arribar a diagnósticos diferenciales iniciales.

• El psicoterapeuta seguirá el rumbo elegido en su discurso verbal y averbal por el consultante. Utilizará el reflejo y el señalamiento (a la manera de Rogers y otros) y alguna vez, cuando sea su acierto absolutamente seguro, la interpretación a la manera psicoanalítica. Es un psicoterapeuta activo, que lleva adelante una conversación habitual, en lo posible agradable, adaptándose al idioma local del consultante (dictado por sus características familiares, su trabajo, sus estudios, su posición social).

• Considerando a la psicoterapia como caso especial de la educación, en muchas ocasiones el psicoterapeuta tendrá una actitud psicagógica, psicoeducativa, para mostrar al consultante por ejemplo relaciones de su actividad actual con su historia personal y ancestral, su repetición no consciente de modalidades de interacción, la importancia de los hilos interactivos más allá de los objetos que actualmente conforman la estructura interaccional...

• La secuencia de las entrevistas seguirá la necesidad emocional del consultante. Cada próxima entrevista será pactada de común acuerdo.

• Son objetivos de una psicoterapia SDT que el individuo se respete a sí mismo, se centre en su eje de estabilidad, defienda su dignidad, aumente su autoconocimiento consciente, consiga enfrentar sus dificultades por sí mismo, disfrute de su vida.