AGRESIONES Y VIOLENCIAS EN LA ESCUELA
PREVENCIÓN, DETECCIÓN, CONTENCIÓN Y MODIFICACIÓN
del Programa Pedagogos de Paz, Fundación Holismo de Educación, Salud y Acción Social

Lea atenta y pausadamente cada punto. Discuta cada punto en equipo, con directivos, colegas y padres, para la puesta en marcha de un 
Plan de Acción, y supervíselo periódicamente.

  • PREVENCIÓN

Consensúe la escala de valores con que trabajarán en su institución y practíquela  -  Discuta los fines de la educación  -  Trabaje siempre en equipo con otras profesiones  -  Organice en su escuela un Laboratorio Escolar de la No Violencia junto con sus colegas  -  Consensúe con la comunidad educativa, memorice y respete fielmente el Plan de Acción a poner en práctica en situaciones de violencia  -  Permita frecuentes Reuniones de Aula para hablar del grupo y sus circunstancias, por lo menos 1 / semana  -  Organice habitualmente supervisiones pedagógicas, ateneos pedagógicos y talleres de reflexión, información y formación con los colegas de la misma escuela  -  Respete, sea democrático en teoría y práctica  -  Dé tiempos de reflexión  -  Explique los contenidos presentes en las pantallas  -  Busque activamente y valore los aspectos positivos de la personalidad del otro  -  Acomode las exigencias a las posibilidades del otro según su edad madurativa  -  Tienda a la rutina  -  Ponga organización en el ambiente y en las situaciones.

 

Sea satisfactor de necesidades primordiales   -  Dése tiempo para escuchar y captar los sentimientos del otro  -  Cuente al otro verbalmente cuáles son los sentimientos que ha detectado en él  -  Hable de sentimientos, muestre los propios, explique los ajenos  -  Ayude al otro a expresar sus sentimientos, verbalmente o no  -  Tranquilícese / relájese, como forma de tranquilizar / relajar el ambiente  -  Transforme los malos momentos en momentos de humor  -  Combine con el otro la resolución de sus problemas  -  Proteja, ayude en lo que el otro pide, esté a disposición, sea solidario  -  Dense tiempo mutuo sin apuro. No apure: no imponga su propio ritmo  -  Dé consignas claras, simples y cumplibles  -  Dé responsabilidades cumplibles  -  Demuestre el afecto de todas las maneras posibles  -  Revise su máximo objetivo personal: ¿felicidad o rendimiento?  -  Recontextualice los objetivos junto con los colegas  -  Incluya como objetivo el surgimiento de confianza y como didáctica, la ternura  -  Sea conscientemente agente de socialización y solidaridad  -  Trabaje con los padres (con los que el docente es coeducador)  -  Aprenda los aspectos técnicos de la organización de reuniones de padres  -  Efectúe reuniones explicativas de agresión y violencia con otros docentes y no docentes de la institución y con los padres  -  Presente a los alumnos la menor cantidad posible de docentes  -  Administre contenidos serios y útiles, conectados con la vida real  -  Dé mayor importancia a la aplicación práctica que al contenido teórico  -  Corrija las tareas encomendadas al alumno siempre y en el día  -  Acepte que hay cosas que usted no sabe: No mienta para ocultarlo  -  Acepte las propias equivocaciones: No invente para ocultarlo  -  Explique las veces que sea necesario  -  Respete sus propias consignas  -  Use todos los medios didácticos al alcance: Aprenda a usarlos  -  Participe del recreo junto con los alumnos  -  Estimule la colaboración  -  Permita el disenso  -  Degrade la competencia  -  Acompañe el proceso de aprender y atienda a los sentimientos  -  Preocúpese por su ortografía y su sintaxis propias, así como por las de los alumnos (aunque no sea su materia)  -  Exponga los límites claramente: Siempre haga conocer y cumpla las consecuencias de traspasarlos.

 

¡NUNCA! castigue, amenace, descalifique, culpe, compare, ridiculice, menosprecie, atemorice, grite para imponerse. NO dé penitencias ni vapulee físicamente. NO aconseje a otros que lo hagan. Esos no son límites, sino coartaciones. Si no sabe hacer otra cosa que esto, consulte ya.
NO prometa sin cumplir, no estafe, no mienta. NO sea cómplice, aun teórico, aun pasivo, de actos de agresión y violencia. NO proponga ni acepte prácticas corruptas. NO se escabulla de las propias responsabilidades (no zafe), no enseñe a zafar (proponiéndolo o presentándose como modelo a imitar). NO ofrezca, ni verbalmente ni mediante el ejemplo, soluciones fáciles pero perjudiciales (no sea consumista ni adicto a objetos o a sustancias químicas). NO fume ni tolere en otros fumar o hacer uso de drogas. NO use la ironía. NO hiperadministre conocimientos. NO sea líder por imposición. NO niegue el vínculo corporal. NO exija lo inexigible: NO pida peras al olmo. NO exija rendimientos sin sentido o que demanden un gran esfuerzo incumplible. NO exija lo que supera la edad madurativa de cada persona en particular. NO sobreproteja: No haga por el otro lo que él puede hacer.
NO moralice ni apele a figuras de autoridad (papá, la directora, el doctor, Dios). NO llene al otro de órdenes complejas que puedan confundirlo.
NO apele al solo control de la conducta por sí mismo (“controlate”). NO sea el gobernante, sino el administrador del aula. NO provoque que el rendimiento dependa de factores externos: NO castigue y no premie rendimientos. NO se ausente del aula. NO administre conocimientos sin sentido práctico. NO trabaje en ambientes pequeños. NO ponga bajas calificaciones por mala conducta. NO use TV, redes sociales, celulares, videos, computadora, en reemplazo de la hora de clase. NO permita el uso de pantallas, incluidos celulares, salvo como herramienta didáctica acotada. NO se interese sólo por las conductas. NO se consuele a sí mismo diciéndose que la situación no tiene arreglo. NO eche la culpa de la mala conducta de los alumnos únicamente a los padres. NO tome pruebas escritas por sorpresa, ni avise que se tomarán pruebas escritas por sorpresa. NO ponga bajas notas a la mayoría para “obligar a estudiar”. NO reduzca el educar a transmitir información o a tomar lección. NO actúe según prejuicios (las nenas son más buenas, el abrazo entre varones es de homosexuales) sino según consensos de toda la comunidad educativa (normas de convivencia). NO intente abolir los recreos o el tiempo libre. NO busque la adhesión del grupo escolar poniéndolo en contra de un alumno (incluso mediante bromas). NO actúe como si la escuela fuese “una preparación para la vida”: Es la vida. NO use salidas programadas para que los varones jueguen al fútbol y las mujeres conversen. NO entretenga (no robe el tiempo del alumno). NO sostenga el concepto corporativista de la función docente, según el cual cualquier crítica externa se toma como descalificación de los docentes en general (“hay que estrechar filas”). NO defienda a colegas agresivos, violentos, corruptores, atemorizantes / aterrorizantes, incapaces pedagógicos o didácticos: No son inocuos, hacen daño. NO disimule coartaciones, coacciones, castigos y competencias con actitudes sutiles que, además de castigar y obligar a competir, confunden al alumno y no le permiten defenderse (sacar al alumno del aula “para reflexionar”, decir que “la competencia es con uno mismo”): La manipulación, aun cuando sea seductora, es una forma sutil de violencia.

¡Conózcase!

 

  • DETECCIÓN

Identifique las necesidades primordiales insatisfechas en el alumno / el subgrupo / el grupo  -  Sea detector de emociones  -  Supervise la situación áulica o extraáulica del grupo constantemente. Hágalo por sí mismo o a través de terceros  -  Observe la tensión ambiental  -  Investigue las conformaciones de los subgrupos: sociograma  -  Sepa mucho de la vida extraescolar de sus alumnos  -  Observe los materiales que los alumnos traen a la escuela  -  Intercambie su información con sus colegas  -  Registre sus observaciones por escrito, en un diario personal.

 

- Supervise particularmente a las personalidades potencialmente victimas. Es posible algo de lo siguiente:

corporalmente llamativos (pequeños, obesos, etc.), torpes - no se los incluye en situaciones grupales - se los observa solos, excluidos, sin íntimos - se los ataca, menosprecia, denigra - no se los toma en serio, se los ridiculiza - se los empuja, se les pega - se los implica en discusiones y peleas - se les toman o dañan sus materiales, se dañan o hurtan sus ropas - signos físicos de maltrato - buscan la cercanía de adultos como protectores - tienen mejor relación con adultos que con pares - tienen dificultades para defenderse, aun verbalmente, o para hablar en público - deprimidos, tristes, temerosos, angustiados, cautelosos, susceptibles, desconfiados, pasivos - llanto fácil y baja tolerancia a la frustración - rendimiento escolar llamativamente bajo o elevado (en clase y en casa) - llegan desde su casa poco prolijos (ropas, materiales), con signos de maltrato - no invitan ni son invitados - tienen dificultades de apetito, dolores de cabeza o vientre al despertar, sin ganas de ir a la escuela - insomnio - su camino entre casa y escuela no es el más directo - buscan dinero, regalan sus pertenencias o su comida - simultáneamente intentan ser victimarios

 

- Supervise particularmente a las personalidades potencialmente victimarias. Es posible algo de lo siguiente:

no siempre son evidentemente fuertes - agresivos, irritables, impulsivos, despreciativos, movedizos, autoritarios, dominantes, sometedores, abusadores (físicos, mentales, sexuales), provocadores - se dirigen a otros en forma irrespetuosa y antidemocrática - buscan protección en grupos o personas fuertes, arman bandas - los varones usan sobre todo la fuerza física, las mujeres sobre todo la fuerza verbal - baja tolerancia a la frustración - no se apenan por otros - buscan satisfacciones alimentarias / químicas - se muestran sin miedo y muy seguros, con racionalizaciones justificativas

¡Detéctese!

 

  • CONTENCIÓN

Habilite Grupos Anticrisis  -  Respete fielmente el Plan de Acción a poner en práctica cuando deba contener situaciones violentas, que ha sido consensuado por toda la comunidad educativa y memorizado para estas ocasiones  -  Respete los límites previamente establecidos y por todos conocidos  -  Sobre esa base, muestre suave firmeza en la conducta y coherencia moral: Actúe democráticamente 

NO aumente la tensión ambiental, NO irrite a los demás, NO se desespere

NO castigue, NO amenace, NO atemorice, NO vapulee

Sólo si está sereno podrá serenar a otros

Si la violencia es física, actúe separando a los protagonistas entre sí, incluso pidiendo ayuda a los observadores de la situación. En ocasiones es necesaria la contención física.

Si la violencia es verbal, actúe separando a los protagonistas entre sí mediante otros temas sobreimpuestos, incluso pidiendo ayuda a los observadores de la situación

Siempre intente que cada parte argumente. Intente conversar acerca de los sentimientos surgidos (sin atemorizar, sin moralizar). Escuche en vez de imponer.

Ni mano dura ni mano blanda: Mano firme.

¡Conténgase!

 

  • MODIFICACIÓN

Siga usando todas las estrategias de prevención

NO deje pasar el episodio indulgentemente: Las normas de convivencia están para cumplirse. Vuelva a explicar estos límites y las consecuencias por no respetarlos. Instrumente las consecuencias previamente establecidas.

Dé lugar a conversaciones individuales, subgrupales y grupales, consecutivas y particularizadas, sobre el episodio:

    º) Qué necesitamos, qué sentimos, qué pensamos, cómo actuamos.

    º) Qué otros sentimientos nos gustaría sentir, de qué otra forma podríamos pensar la situación, cómo podríamos actuar en la siguiente
        ocasión

    º) Qué principios morales / valores queremos y podemos respetar

Use las Reuniones de Aula para volver a analizar el episodio: Qué nos pasó (a todos), de qué manera alternativa podríamos actuar

Enseñe a actuar: Amplíe el repertorio de conductas

Sea modelo de acción; dé lugar a la dramatización de situaciones

Utilice métodos de dinámica de grupos para que los alumnos enfoquen la situación desde distintos ángulos

Si usted se reconoce como violento no podrá educar en la No Violencia. Hasta por usted mismo, consulte ya

Participe del Laboratorio de No Violencia de su escuela. Lleve el episodio a la consideración de sus colegas: No acepte sugerencias verbales violentas, ni siquiera como chiste

Llame a los padres de los alumnos involucrados, cada familia por separado. Son coeducadores tan preocupados como usted. Llegue a consensos.
NO los culpe, NO los amenace, NO los atemorice, NO los aleje.

Use las reuniones generales de padres para enseñar sobre el episodio. Apóyese en los colegas del Laboratorio Escolar de la No Violencia.

¡Modifíquese!