* Sea propositivo, no impositivo.

* Acerque la situación de aula todo lo más posible a una situación de casa.

* Alcance consensos y respételos (incluso como modelo a seguir).

* Permita la actividad, la interacción, la discusión.

* Trate de disponer los asientos en círculo, o alrededor de pequeñas mesas.

* Deshágase de rituales impositivos (Ejemplos: saludar de determinada manera y en coro, timbres para delimitar tiempos, uniformes).

* Trate de captar los ritmos del grupo. No se apure, no apure. Escuche.

* Mantenga claridad de objetivos. Lo importante nunca es el contenido solamente.

* Tenga en cuenta los atractores humanos: el bienestar cotidiano, la calidad de vida y sus componentes, el placer, el disfrute

* Tenga en cuenta los principales repulsores humanos: miedo y hostilidad.

* Personalice: Trate de mantener un trato individualizado, de retener los nombres, de conocer las historias personales

* Usted no es el único educador. También lo son los padres y los medios. No los ignore, interactúe con ellos.

* Llegue a consensos con los demás educadores formales, informales, no formales.

* Mantenga todas las reuniones posibles con todos los demás educadores: sus colegas en la institución, los padres. Intercambie toda la información posible.

* Sea coherente, respetuoso, señalador de logros positivos, como modos de generar confianza.

* Conozca del grupo a su cargo y de sus integrantes las ventajas y las desventajas, intereses y rechazos. Adecue sus didácticas.

* Conozca al dedillo las etapas del desarrollo con que interactúa.

* Conozca diferentes teorías pedagógicas. Vea qué es aplicable en el contexto en que se desenvuelve.

* Conozca y aplique medios didácticos actuales, aunque siempre correspondientes a las subculturas en que se desempeña. Cada vez que sea posible, trate de que los educandos interactúen corporalmente, manualmente, con sus medios didácticos.

* Evalúe cualitativamente, como en casa. La evaluación cuantitativa (por ejemplo numérica) sólo es un aspecto más de la evaluación, y nunca el más importante.

* Dé suma importancia a la tarea de educar. Si es educador profesional (teórico o práctico) no deje de resaltar ante terceros la significación de su quehacer.

* Interactúe en equipo, con otros educadores, con otras profesiones, en general con otras personas.

* Obsérvese: En esta interacción, ¿cómo están su bienestar cotidiano, su calidad de vida, su placer, su disfrute?